lunes, 28 de marzo de 2011

¡Yo! mi peor enemigo a la hora de emprender

Un cazador camina en la nieve por el medio de Siberia en búsqueda de su presa: un gran lobo gris. El cazador estuvo cazando unas cuantas liebres antes de decidirse a buscar su premio. Sabiendo el lugar exacto donde podría aparecer un lobo el cazador tomo su cuchillo y de su mochila sacó una de las liebres que había cazado y la apuñaló varias veces manchando su cuchillo con la sangre del animal. Ya empapada la hoja del cuchillo, tomó el mango del mismo y lo enterró en la nieve. Sólo la hoja ensangrentada salía de esa montaña de hielo y nieve. El astuto cazador se escondió detrás de un árbol y camuflado esperó, esperó y esperó, y simplemente dejó que el aroma del cuchillo ensangrentado seduzca a su potencial presa.
A pocos metros del escondite del cazador un gran lobo gris es atraído por un olor casi hipnótico e irresistible. Al ver el cuchillo el lobo se acercó y comenzó a lamerlo como si fuera un chupetín. Esto provocaba que el lobo fuera cortándose su propia lengua, pero sintiéndose cada vez más excitado por la misma sangre finalmente se desangró y murió…
¿Acaso no vemos la analogía con nuestro propio comportamiento?, ¿no suele pasarnos que incluso sabiendo que ciertos comportamientos son dañinos para nuestro desarrollo y logro de metas los seguimos haciendo una y otra vez?
Si nos ponemos a ver el panorama general económico y social de nuestro país nunca emprenderíamos. Depende únicamente, a final de cuentas, el cómo estamos preparados y qué determinación poseemos para conseguir que nuestro emprendimiento alcance el éxito. El capital, los socios, el tiempo disponible, etc pasan a un lugar secundario cuando uno es conciente de que la pasión y el esmero es el principal combustible de un emprendimiento. La disciplina es esencial y si somos mediocres en otros ámbitos de nuestra vida no lo podemos ser al emprender porque esto resultará en el fracaso total del mismo y con todo lo que esto implica.
Mi consejo: tomar conciencia de aquellos comportamientos que perjudican al emprendimiento. ¿Cómo hacemos esto? Sentido común y viendo los resultados posteriores a la toma de decisiones; aprendiendo de los errores para no cometerlos nuevamente; disciplina en el accionar y perseverancia absoluta ante cualquier situación que se presente.

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